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Inventos Ecológicos, Ocean Cleanup el Barco Limpiador de Océanos

Ocean Cleanup, el Barco Limpiador de Océanos
Fuente: Ocean Clenup, La Información

Un estudiante de 19 años inventa un sistema para limpiar los océanos de basura, plásticos y residuos en suspensión.

Millones de toneladas de plástico están contaminando los océanos del mundo. Llegan a los océanos a través de ríos y cursos de agua, y luego se acumulan en cinco áreas de alta concentración.

Los desechos de plástico están contaminando los mares y seguirán ahí durante siglos si no hacemos nada.

Boyan Slat, un joven estudiante de la Universidad Tecnológica de Delft, cree que es posible eliminar la mayor parte del plástico de los océanos en sólo cinco años, utilizando una serie de plataformas flotantes de filtración y plumas que utilizan como propulsor las propias corrientes océanicas.

Boyan Slat es un joven holandés de 19 años que ha combinado en un novedoso invento, ecologismo, creatividad y tecnología para poder enfrentar la contaminación de los mares.

Su invención es el concepto llamado Ocean Cleanup Array, que posee en teoría la capacidad de eliminar 7 millones de toneladas de residuos plásticos por años en cualquier océano.

El concepto estaría adaptado tanto para limpiar enormes islas de material flotante como, arrastrar y limpiar material sumergido.

El éxito del proyecto se basa en el diseño de dos componentes importantes:

Las plataformas de filtrado y las barreras flotantes: mediante el uso de barreras flotantes en lugar de las redes, áreas mucho más grandes del océano serán cubiertos, e incluso las partículas más pequeñas podrán ser extraídas del mar.
El ángulo de los brazos obligaría al plástico a ir en la dirección de las plataformas, donde se separaría del pláncton, para posteriormente ser filtrado y almacenado para su reciclaje y venta, de tal manera que hiciera de todo el proceso un sistema rentable económicamente.

Según afirma el joven, su solución podría potencialmente ahorrar la vida a cientos de miles de animales acuáticos que mueren por los plásticos al año; y reducir los contaminantes (incluidos los PCB y el DDT) que se acumulan en la cadena alimentaria.También podría ahorrar millones de euros, tanto en los costes de limpieza, como en el turismo perdido o los daños a las embarcaciones marinas.

Este estudiante de primer año de Ingeniería Aeroespacial se pasó un verano entero analizando el tamaño y la cantidad de partículas de plástico en los parches de basura del océano. Su trabajo final ganó varios premios, incluyendo el de Mejor Diseño Técnico 2012 en la Universidad Tecnológica de Delft. Boyan continuó desarrollando su concepto durante el verano de 2012.

Luego creó la Fundación Cleanup Ocean, una organización sin ánimo de lucro que se encarga de la elaboración de sus tecnologías propuestas. Y muy pronto tendrá el primer prototipo operativo para mostrarselo a todos. Le deseamos toda la suerte del mundo en tan titánica empresa.

Uno de los problemas que tenemos a la hora de limpiar el plástico de los océanos es que el plástico está en movimiento, el objetivo es colocar el limpiador fijado al fondo y que segun las corrientes gire sobre si mismo para que el océano pase por el limpiador. Otra de las ventajas de estar fijo es que se puede vaciar su depósito de una forma sencilla ya que sabemos en todo momento donde está e incluso podemos crear plantas de reciclaje cercanas.

En opinión de sus colegas jóvenes y emprendedores “la ingeniosa solución de Slat podría salvar anualmente a cientos de miles de animales acuáticos así como permitir una reducción de contaminantes en los mares”.

Sin embargo, este ingeniero europeo admite que el proyecto tiene que ser perfeccionado ya que hay algunos obstáculos para su realización completa ya que “uno de los problemas consiste en que no hay fotos de los lugares más ensuciados y así es complicado porque los elementos plásticos están esparcidos a través de millones de kilómetros cuadrados”, dice Boyan.

Los ecologistas de varios países aseguran que gran parte de la producción mundial de plásticos, que no deja de aumentar, y acaba finalmente en los océanos amenazando a todos los seres vivos.

Cabe mencionar que las micropartículas, es decir las piezas de plástico disueltas y que pueden acumularse en los organismos vivos, son particularmente peligrosas. Estas son absorbidas por el tracto gastrointestinal de los animales y también por el organismo humano provocando graves daños de intoxicación y en las especies marinas la muerte.