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Lenguaje y Gestión del Conocimiento: Nuevas Palabras, Nuevas Realidades

El Constructivismo fue la disciplina filosófica que comenzó a dimensionar la relevancia del lenguaje como medio para modelar la realidad. Su noción radical de una realidad enteramente subjetiva, construida perceptualmente por el individuo ha dado lugar a numerosos y fructíferos debates. La actual era posmoderna ha sido influida por esta noción individualista, sello indiscutible de nuestra raíz occidental. 

La realidad como tal, entonces deviene en fenómeno rebatible, pues el constructivismo cuestiona su esencia misma, esto es, la objetividad de nuestras apreciaciones. Humberto Maturana (1), un destacado autor de esta corriente, nos plantea la existencia de una realidad "entre paréntesis", en la cual la realidad es externa al observador, algo dado, y una realidad "sin paréntesis", donde observador y fenómeno se fusionan a partir de las coherencias operacionales del individuo.

A los fines de este artículo, la noción de realidad es de suma importancia para adentrarnos en la posibilidad de innovar en las organizaciones. 
Debido a su complejidad, no explicaremos aquí el pasaje desde la realidad subjetiva individual a la colectiva. Sin embargo, cabe plantearnos una pregunta:

¿Si la realidad es rica, diversa, e individual cómo se explica que un grupo de  individuos perciban en formas idénticas?

Burocracias Mecánicas: todo es igual
Veamos un caso extremo. Los miembros de una organización burocrática asumen todos, en el marco de una realidad rutinaria, monótona, donde los incentivos a crecer solo son de naturaleza política que su realidad personal y también la organizativa, es pésima pero inmodificable. 

¿Es errónea su percepción? ¿Obedece a criterios objetivos? 

Evidentemente, la solución al problema no está dada en los términos que los miembros suponen. En este marco de representaciones y significados, innovar surge como un propósito homérico. ¿Porqué?
Una clave la arrojan los mismos empleados al decir:
"Da igual que seamos competentes o incompetentes, funcionales o disfuncionales"
Trazar distinciones: nada es igual.
El conocer es un insumo del innovar, y para ello debemos contar con la capacidad de trazar distinciones en las realidades que percibimos. 

Rafael Echeverría (2) nos expresa que tanto la morfología biológica como la tradición conspiran a favor de la unicidad perceptual. Las texturas o colores de un mueble invitan a la objetividad. Sin embargo, quien desee afirmar su individualidad y plantear distinciones se preguntará ante el color blanco que ven sus ojos: ¿pero cuántos tonos de blanco es posible distinguir?

La capacidad de distinguir afirma nuestro ser, y con ello, nada menos que valorar en mejor modo dónde  se halla la verdad y dónde la falsedad. Como dice Echeverría:
Creamos el mundo con nuestras distinciones lingüsticas, con nuestras interpretaciones y reltatos y con la capacidad que nos proporciona el lenguaje para coordinar acciones con otros.

Nonaka: nuevos términos para nuevas realidades
Los aportes teóricos del Constructivismo llegan al ámbito de las organizaciones a partir de la relación que Ikugiro Nonaka establece con la capacidad de innovar. En anteriores artículos hemos tratado la espiral del conocimiento (3) en tanto modelo de captura y conversión del conocimiento.

Para Nonaka (4), una organización innovadora debe ser capaz de crear conocimiento, y ello es posible si sus miembros adquieren competencias en el lenguaje. Expresa el autor que el lenguaje es un medio por el cual los individuos expresan sus observaciones acerca del mundo, de allí que para generar conceptos innovadores debe emplearse un lenguaje extraordinariamente dinámico desde el proceso mismo de creación del conocimiento.

Un lenguaje innovador contribuye a dotar de nuevos significados a términos ya conocidos. Ello requiere la capacidad de poder jugar con el lenguaje, pues aquí no hay margen para el lenguaje "correcto". En su caso, la pregunta es: ¿acaso la gente no tiene derecho a jugar con nuevas palabras, expresiones o frases?

Una poderosa herramienta que nuestro lenguaje nos brinda para modelar realidades es la metáfora. De origen poético, la metáfora nos remite en principio a reminiscencias oníricas y creativas. Ernesto Gore las define (5)

"Las  metáforas  son  útiles  para  describir fenómenos  complejos  e  intrigantes  porque  nos  permiten  trasmitir  una  configuración  total,  -"pattern" o "gestalt" - de rasgos y relaciones conocidas a un fenómeno que es menos conocido. Son particularmente útiles en la descripción de ideas,  conceptos y otros fenómenos que no pueden ser enteramente  descriptos  en  su  propia  objetividad  física.  Las  metáforas  no  sólo  muestran  cómo pensamos  en  relación  con  un  problema  en  forma  general,  también  guían  nuestros  intentos  de comprender aspectos particulares del mismo."

A partir del uso de las metáforas, Nonaka sugiere crear un círculo de significado capaz de generar conversaciones para la creación del conocimiento. El mismo consta de 4 etapas:
  1. Nueva metáfora. Una nueva metáfora, alegoría o analogía produce un nuevo concepto.
  2. El nuevo concepto da origen a una conversación acerca de su significado en la práctica, despertando con ello numerosas interpretaciones.
  3. El círculo de significado se cierra gradualmente y su contorno se vuelve cada vez más visible.
  4. El círculo se cierra aún más, en representación de la común comprensión de un nuevo concepto por el grupo y del acuerdo alcanzado acerca de él. 
Otras técnicas para evitar la rutina discursiva sugieren alterar las escalas temporal y espacial. Con ello los observadores pueden introyectar nuevos roles, liberar preconcepciones y restricciones, indagar y formular preguntas sobre un fenómeno en apariencia común u "objetivo".

Nuevos Términos para Crear Conocimiento: Caso del Grupo Eisai (6) 
El grupo Eisai es precursos de los métodos de creación de conocimiento en la industria farmacéutica.   Esta filosofía de gestión es parte de sus definiciones estratégicas del grupo. Su programa Human Health Care es un esfuerzo cooperativo que integra a todos los colaboradores en una "comunidad estratégica de conocimiento".

Eisai considera a los conocimientos disponibles, médicos o científicos como parciales en función de la misión superior de cuidar la salud de la sociedad en su conjunto.
Las innovaciones en conocimiento surgen de generar espacios de investigación creativa, en pleno contacto con los pacientes y las necesidades. El ámbito de desarrollo de conocimiento es atípico para los estándares.

Los sistemas de recompensa también son atípícos. En Eisai se premia a los sectores o grupos destacados durante el año por su aporte a la creación de conocimiento. Para crear un contexto facilitador de los intercambios, se promueven los intercambios entre departamentos, la escucha, los cruces fértiles así como la confrontación pública de enfoques y estilos de trabajo.

A partir de las comunicades estratégicas de conocimiento se forman círculos virtuosos de intercambio de información y conocimientos. Una consecuencia de ello es la autonomía, iniciativa y flexibilidad de los grupos de trabajo. Los grupos son retroalimentados en sus funciones por un sistema de sesiones de formación, la recepción de llamadas gratuitas y de páginas web de pacientes que obran de insumo hacia nuevos descubrimientos.

Referencias
(1) Maturana, H., La Realidad: ¿Objetiva o Construida?, Ed. Anthropos, México D.F., 1996.
(4) Nonaka, I.; Krogh, G.; Ichijo, K.; Facilitar la Creación de Conocimiento, Oxford,
(5) Gore, E., Organización, Lenguaje y Capacitación, en www.udesa.edu.ar.


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