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Claves para Motivar (y no) Desmotivar

Nuestros tiempos suelen ser difíciles para líderes y colaboradores. El escepticismo es la moneda de cambio habitual, pues los climas laborales se alimentan de promesas inclumplidas, expectativas deshechas, e inequidad por doquier.

El desafío de los líderes es crear ambientes de confianza que permitan a las personas desplegar todo su potencial.

En otras entradas remarcamos algunas esencias. Aquí, con el soporte de otros artículos, reforzaremos aspectos claves de la motivación que generen calidad de vida y productividad.
Clave: Clima Laboral
Las herramientas habituales de recursos humanos, suelen ser escasas y poco amigables, demasiado estandarizadas, impersonales, meramente administrativas y poco creativas para interpretar la nueva realidad de los espacios de trabajo.
Por ello pensamos que el desafío de las empresas del futuro será ocuparse de brindar verdadera calidad de vida a sus colaboradores,  pues siembra las bases del talento, la creatividad y también de una productividad sostenible.

Por ello, prestar atención al clima y a la calidad de vida laboral es clave. Desde la filosofía de Management y Estrategia, concordamos en cerrar la escisión entre las necesidades de la vida laboral con la personal: la persona es una en todo ámbito.

En un reciente artículo, Omar Gennari, Presidente para Great Place to Work en Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay (1), expresa que "hace no mucho más de 10 años, muy pocas organizaciones hablaban de clima y cultura. De ellas, sólo algunas los medían y diagnosticaban y muchas menos los gestionaban."



Entonces, según Gennari, el recurso humano era considerado una mera transacción, en la que prevalecía la concepción jurídica de contraprestación de salario por servicios. Los términos habitualmente escuchados en la relación laboral eran horarios, tareas, funciones, categorías y encuadres.




En cambio, hace unos pocos años se escucha en algunas empresas otro tono en la conversación laboral, pues se habla de emociones, satisfacción, sentimientos, compromiso, felicidad. El cambio se debe a una revisión de las prácticas de mercado que en esencia, se producen en el fuero interno de una compañía. De allí que el quiebre hacia una nueva relación de trabajo parta de cuestionarse

¿Cómo queremos que se hagan las cosas aquí?
El rendimiento, la productividad, la calidad, la innovación y creatividad en productos y mercados surgen como consecuencia de los buenos climas laborales. Las compañías excelentes han invertido la ecuación pues primero miran dentro de sí mismas, expresan sus potencialidades, expanden sus conocimientos y luego trascienden hacia el mercado.
Un Nuevo Paradigma para Motivar
El nuevo paradigma del clima laboral recién comienza a emerger con prácticas diferenciadas de selección, capacitación, e incentivos al trabajo. Las áreas de Recursos Humanos comienzan a comprender que una administración individualizada es costosa pero conduce a resultados visibles en el mediano y largo plazo, en tanto la estandarización de las prácticas, incentivos iguales para todos ya no funcionan en un contexto de creciente individuación.



En la actualidad, las personas tienden a valorar los incentivos y recompensas psicológicas por sobre las materiales: oportunidades de desarrollo, ascensos, especialización, liderazgos justos, desafíos personales son algunos de los componentes de esta nueva y compleja manera de administrar los Recursos Humanos.




Entonces las preguntas son:

¿Quién podrá retener a los mejores colaboradores? 
¿Quiénes habrán de prevalecer en la lucha competitiva?

Clave: Liderar para Motivar
Fuente y extracto: iProfesional

En un contexto marcado por el cambio permanente y la actualización casi frenética de la información, los líderes de empresas tienen que estar un paso adelante para poder marcarle el ritmo a sus empleados. 

Tanto emprendedores como directivos de organizaciones encuentran dificultades a la hora de planificar, por lo que experimentan elevados niveles de incertidumbre y desmotivación en sus equipos.

Aquí van algunas claves básicas para transmitir al personal, y mantener así su nivel de productividad intacto:

  • Enseñar desde el ejemplo: es importante que la imagen que querramos que nuestros empleados imiten, esté visible y comprobable en nuestro propio comportamiento. Es decir, si queremos que trabajen con ganas y entusiasmo, tenemos que ser los primeros en demostrar ese compromiso y transmitir los valores y beneficios de lograr buenos resultados en equipo. 

  • Ser promotores del cambio: la desmotivación ocurre muchas veces precedida por la incertidumbre. No saber para dónde va la compañía o qué va a pasar con su puesto o con su rol en épocas de cambios, se convierte en una fuente de conflicto para el empleado. Esto se resuelve informando al personal acerca de la estrategia de la empresa, brindando resultados financieros y contestando todas las preguntas y dudas, y fundamentalmente, transmitiendo tranquilidad y mensajes positivos en relación a los cambios. 

  • Proponer nuevos enfoques: los anteriores puntos suceden si se realiza un verdadero cambio de paradigma y de visión empresarial. Los estilos de liderazgo están en pleno proceso de renovación, y esto sólo es posible gracias a un aprendizaje basado en desandar los caminos previos y en modificar estructuras que ya no son útiles. El resultado de estos nuevos enfoques no es otro que el cambio en los comportamientos y la obtención de resultados acordes a los nuevos tiempos que corren

 
Clave: Aprendizaje Experiencial
Es aquél que basa sus métodos en la premisa de que, fisiológicamente hablando, somos capaces de retener cognitivamente y a largo plazo alrededor de un 20% de lo que oímos, un 40% de lo que vemos y un 80% de lo que experimentamos. Esto significa que aquellos aprendizajes que realizamos a partir de una experiencia son los que mayor efectividad van a tener en la modificación de nuestro comportamiento.


Ahora bien, ¿cómo se llevan a cabo este tipo de trainings concretamente? Mediante juegos y dinámicas grupales. Lo lúdico ayuda a separar a las personas de sus estructuradas aprendidas y naturalizadas y plantear caminos alternativos de resolución de problemas. Básicamente, lo que se trata de hacer es ubicar a las personas en paradigmas distintos a los que vienen acostumbrados, con el objetivo de que consideren a los cambios como oportunidades para mejorar su desempeño.

Este tipo de entrenamiento puede ser muy útil para diagnosticar el "estado de salud" de un grupo de trabajo y para enfocarse en casos concretos de personas que necesiten encontrar su lugar en la nueva estructura. Sentirnos cómodos en nuestro lugar de trabajo hará que tengamos un mejor desempeño y contribuirá a mantener estable nuestro nivel de proactividad.

 
Los Líderes y la Desmotivación
Fuente: iProfesional

El liderazgo es el factor esencial en la creación de un clima de motivación y productividad. Según los nuevos estudios, varios son las causas que, a partir de un liderazgo inadecuado, pueden derivar en bajos rendimientos del grupo:

  • No delegar responsabilidades o autoridad a los empleados

A menudo, muchos empleados se acaban convirtiendo en ayudantes del gerente, en lugar de tener verdadera autoridad, competencia y responsabilidad. En algunas empresas, muchos proyectos no avanzan al requerir el constante visto bueno del más mínimo detalle por parte del gerente.

De esta forma, los trabajadores más creativos sienten que están perdiendo el tiempo. El tipo de empleado que necesita una empresa es aquel cuya libertad le permite trabajar y crear, siendo el responsable tanto de su éxito como reconocedor de sus fracasos.

  • Crear un clima de miedo, ansiedad y control en la empresa

Con los controles rígidos y el miedo se consigue que nadie se pase de la raya, pero también se consigue que los empleados no traigan nuevas ideas por temor a ser humillados o atacados.


Nunca está de más recordar que un líder no tiene súbditos, sino seguidores. No es temido, sino respetado, que es muy distinto. Recordar que los trabajadores pasarán la mayor parte de su tiempo en la empresa, por lo que hay que tener un ambiente amable, cortés y de libertad creativa, nunca un ambiente cortante.
 
  • Perder tiempo con reuniones innecesarias

Muchas empresas creen que es bueno comunicarse con sus empleados para hacer un seguimiento de sus objetivos y los problemas con los que se van encontrando, por lo que ahora ponen un día a la semana para hacer una reunión. 

En diferentes encuestas de clima de laboral, resultó que el 80% de los empleados piensan que estas reuniones semanales son totalmente improductivas pero muchos gerentes estudian detenidamente cuándo es el mejor día de la semana para hacer una reunión semanal.

  • No trasmitir expectativas claras y objetivos concretos

A veces, lo peor que podemos hacer es no hacer nada. Si los empleados trabajan sin saber a dónde quieren llegar, no sabrán si les falta mucho o poco. Tampoco sabrán si están haciendo un buen trabajo o no. En pocas palabras, no están motivados para alcanzar un objetivo.


  • No formar a los empleados

Todo parece indicar que aquellas empresas que más han invertido en la formación de sus trabajadores, han conseguido un mayor desempeño en la productividad del negocio en todos los aspectos.



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Referencias
(1) La gestión del clima como tema de negocio, en http://www.greatplacetowork.com.ar/publicaciones-y-eventos/blogs-y-noticias/897-la-gestion-del-clima-como-tema-de-negocio
(2) http://www.greatplacetowork.com.ar/index.php
(3) http://www.iprofesional.com/notas/170959-Tres-claves-bsicas-para-motivar-a-los-empleados-y-aumentar-su-productividad
(4) http://www.iprofesional.com/notas/170993-Las-diez-formas-en-que-un-gerente-puede-hacer-a-sus-empleados-menos-productivos

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