Fuentes: whtasnew, esmateria
Una nueva ola de robots basados en diseños
biológicos, como los de la trompa de un elefante o los tentáculos de un pulpo,
son capaces de realizar tareas que no están al alcance de las extremidades
rígidas de los robots tradicionales
os robots
del futuro podrían no parecerse en nada a R2D2 o a Bender, el sardónico
autómata de Futurama, sino recordarnos más bien a un pulpo o a una
estrella de mar. Un nuevo campo de la robótica, denominado ‘soft robotics’ o
robótica blanda, está emergiendo con fuerza, inspirado en los sistemas
biológicos de peces, calamares o incluso las trompas de elefante, para llegar
allá donde las estructuras rígidas no pueden hacerlo.
Los robots blandos no sólo tienen exteriores flexibles sino que,
al igual que muchas estructuras biológicas, funcionan gracias a que contienen
una red de canales huecos por los que se hace pasar un fluido a presión. El
desarrollo de esta disciplina se ha hecho lo suficientemente importante como
para que, en marzo de 2014, surgiera su propia revista científica: Soft Robotics. En su primer número, investigadores del
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés)
presentaban a Bubbles (burbujas),
un pez robótico capaz de realizar movimientos rápidos de manera autónoma, sin
estar conectado a ningún cable.
“La idea de un robot blando capaz de moverse por cualquier
terreno surge de la investigación militar”, explica el ingeniero español Ramsés Martínez, integrante de uno de los grupos
pioneros en robótica blanda de la universidad de Harvard e investigador
asociado al Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA).
NUEVA
DISCIPLINA
La
robótica blanda es un campo de reciente aparición en el sector de la robótica
que tiene el objetivo de desarrollar estructuras robóticas perfectamente
flexibles. Este tipo de robots podría tener una enorme serie de
aplicaciones de lo más interesantes y prácticas en un futuro próximo, como
ayudar en operaciones de búsqueda y rescate, ya que podría acceder a sitios
complicados. Por ello, el objetivo de este grupo de investigadoresera poner a
disposición del público una herramienta que reuniese en un solo lugar todo lo
necesario para que cualquier persona con los conocimientos y el tiempo
necesarios pudiese comenzar a explorar este mundo.
Para ello,
han desarrollado el sitio web Soft Robotics Toolkit, dando acceso a un
completo kit de herramientas con toda la información necesaria para fabricar un
robot de estas características. En el
sitio web podremos encontrar desde ficheros CAD que podemos descargar y
modificar o utilizar tal cual, además de guías paso a paso para crear nuevas
piezas para nuestros propios robots.
LA CLAVE
ESTÁ EN LOS MATERIALES
Hace unas semanas, un grupo de investigadores del MIT ha presentado un
nuevo material pensado para la fabricación de robots blandos que va una
dirección aún más sorprendente. Se trata de un material capaz de cambiar de fase, es decir, de pasar de rígido a flexible y viceversa.
Consiste en unos tubos de espuma recubiertos de cera. Cuando la cera se
calienta, se ablanda, y así el robot controla su rigidez. Sus creadores –
Anette Hosoi, profesora de ingeniería aplicada en el MIT y su estudiante Nadia
Cheng – prevén su uso para crear robots quirúrgicos deformables. Estos podrían
moverse por el cuerpo hasta un punto concreto sin dañar los órganos o vasos
sanguíneos a su paso.
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