Historia de la Felicidad
Fuente e interpretación de: http://www.huffingtonpost.com
La palabra felicidad posee un millar de significados, pero ante todo es una emoción positiva de origen misterioso. Es sinónimo de bienestar, satisfacción, emoción y sobre todo, alegría.

Otras creencias enseñaban que la felicidad no residía ni en los extremos, sino en la sabiduría de transitar la vía media. El taoísmo y el budismo enseñaban esta senda.
Para la filosofía oriental la felicidad era una conexión trascendente y también una respuesta ética.
Los griegos creían otro tanto, y así la felicidad era el reflejo interior de una conducta virtuosa.
En el ámbito del trabajo y las relaciones humanas, el sentido de felicidad transmuta en sentido de logro, satisfacción de las necesidades, reconocimiento, estatus.
En estos casos la energía hedónica se convierte en energía de labor volcada en comportamientos como el compromiso y las relaciones positivas. Las expresiones individuales se socializan.
Otras formas que predominan pasan por el sentido cultural de la felicidad que, en esencia, es aceptación por los otros. Cada grupo o tribu define entonces cuáles son sus valores y criterios para pertenecer.
La Felicidad es una Habilidad
En anteriores entradas tomamos el tema. Una clave : inteligencia positiva. Cuando la gente trabaja con una mentalidad positiva, el rendimiento en casi todos los niveles, la productividad, la creatividad, el compromiso-mejora.
La mayoría de la gente cree que el éxito precede a la felicidad. "Una vez que tengo una promoción, voy a ser feliz", piensan. O: "Una vez que obtenga la meta de ventas, me voy a sentir muy bien." Pero ya que el éxito es un objetivo en movimiento, tan pronto como se alcance se levanto nuevamente la barrera a felicidad, pues resulta entonces de un éxito fugaz.
De hecho, todo funciona a la inversa: las personas que cultivan una mentalidad positiva se desempeñan mejor en la cara de desafío. Llamamos a esto la "ventaja de la felicidad".
Otra clave: compartir.
Si realmente compartimos las cosas buenas, podemos compartir que estamos bien, e iniciar conversaciones de esa manera ... entonces se crea esa oportunidad. En un plazo más largo, la práctica de una apreciación de lo que es bueno puede conectar el cerebro a una perspectiva más optimista. Al igual que los eventos dañosos y el estrés pueden causar cambios antisociales en el cerebro, un ambiente positivo puede cablear el cerebro para promover la conducta pro-social y el bienestar.
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(1) http://es.paperblog.com/el-dinero-si-da-la-felicidad-1981362/
(2) http://www.huffingtonpost.com/meghan-keener/a-history-of-happiness_b_3542445.html