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Neuromanagement: Inteligencia Social

Extracto del libro "inteligencia Social" de Daniel Goleman (1)

Mi Radar Social
Durante los días que precedieron a la segunda invasión americana de Irak, un puñado de soldados se encaminó hacia una mezquita local para hablar con el imán con la intención de recabar su apoyo para organizar el abastecimiento de las tropas. Pero la multitud, temerosa de que los soldados fuesen a arrestar a su imán o destruir la mezquita, un santuario sagrado, no tardó en congregarse en las proximidades del templo.  Centenares de musulmanes devotos rodearon entonces a los soldados
gritando y levantando los brazos mientras se abrían paso entre el pelotón, armado hasta los dientes. El oficial que estaba al mando de la operación, el teniente coronel Christopher Hughes, cogió entonces rápidamente un megáfono y, dirigiéndose a sus soldados, les ordenó ¡Rodilla en tierra!. Luego les invitó
a dirigir hacia el suelo el cañón de sus fusiles y, por último, les gritó ¡Sonrían!. 

En ese mismo instante, el estado de ánimo de la muchedumbre experimentó un cambio. Es cierto que algunos todavía gritaban, pero la inmensa  mayoría sonreía y hasta unos pocos se atrevieron a palmear la espalda de los soldados, mientras Hughes les ordenaba recular lentamente sin dejar de sonreír.

Esa respuesta rápida e inteligente culminó un vertiginoso ejercicio de cálculo social que Hughes se vio obligado a realizar en fracciones de segundo y en el que tuvo que leer el nivel de hostilidad de la muchedumbre, estimar la obediencia de sus soldados, valorar la confianza que tenían en él, descubrir una respuesta instantánea que, trascendiendo las barreras culturales y de lenguaje, calmase a la multitud y atreverse a llevarla a la práctica. Esta capacidad, junto a la de entender a las personas, son dos de los
rasgos distintivos que deben poseer los policías (y también, obviamente, los militares que  se ven obligados a  tratar con civiles  iracundos).

Independientemente de lo que pensemos sobre la campaña militar en cuestión, ese incidente pone claramente de relieve la inteligencia social del cerebro para enfrentarse exitosamente a situaciones tan complejas y caóticas como la mencionada.  Los circuitos neuronales que sacaron a Hughes de ese apuro fueron los mismos que se activan cuando, en mitad de un callejón desierto, nos cruzamos 
con un desconocido de aspecto siniestro y decidimos seguir adelante o escapar corriendo. Son muchas las vidas que, a lo largo de la historia, ha salvado ese radar interpersonal y aun hoy en día sigue siendo esencial para la supervivencia. De manera bastante menos urgente, los circuitos sociales de nuestro
cerebro se ponen en marcha en cualquier encuentro interpersonal, con independencia de que nos hallemos en el aula, en el dormitorio o en la sala de ventas. Estos circuitos están activos cuando la mirada de los amantes se cruza y se besan por vez primera, cuando reprimimos el llanto y también explican la intensidad de una charla apasionante con un amigo.

Descubriendo el cerebro social
El descubrimiento más importante de la neurociencia es que nuestro sistema neuronal está programado para conectar con los demás, ya que el mismo diseño del cerebro nos torna sociables, al establecer inexorablemente un vínculo intercerebral con las personas con las que nos relacionamos. 

Cuanto mayor es el vínculo emocional que nos une a alguien, mayor es también el efecto de su impacto. Es por ello que los intercambios más intensos son los que tienen que ver con las personas con las que pasamos día tras día y año tras año, es decir, las personas que más nos interesan.  Durante esos acoplamientos neuronales, nuestro cerebro ejecuta una danza emocional, una suerte de tango de sentimientos. En este sentido, nuestras interacciones  sociales  funcionan  como moduladores,  termostatos interpersonales que  renuevan de continuo aspectos esenciales del funcionamiento cerebral que orquesta nuestras emociones. 

Las sensaciones resultantes son muy amplias y repercuten en todo nuestro cuerpo, enviando una descarga hormonal que regula el funcionamiento de nuestra biología, desde el corazón hasta el sistema inmunitario. 

Las relaciones interpersonales no sólo configuran nuestra experiencia, sino también nuestra biología. Ese puente intercerebralpermite que nuestras relaciones más intensas nos influyan de formas muy diversas, desde las  más leves (como reírnos de los mismos chistes) hasta otras mucho más profundas (como los genes que activarán o no las células T, los soldados de infantería con que cuenta el sistema imunológico en su constante batalla contra las bacterias y los virus invasores).
Pero este vínculo es un arma de doble filo porque, si bien las relaciones positivas tienen un impacto beneficioso sobre nuestra salud, las tóxicas pueden, no obstante, acabar envenenando lentamente nuestro cuerpo.

El estudio de la esta disciplina del Neuromanagement, la Inteligencia Social, responde a una serie de preguntas que nacen del sentido común:

¿Qué hace un psicópata peligrosamente manipulador? ¿Cómo podemos contribuir a la felicidad de nuestros hijos? ¿Cuál es el fundamento de un matrimonio positivo? ¿De qué modo pueden las relaciones protegernos de la enfermedad? ¿Qué puede hacer el maestro o el líder para que el cerebro de sus discípulos o empleados funcione mejor? ¿Cómo pueden aprender a convivir grupos separados por el odio? ¿De qué modo podemos servirnos de todos los nuevos hallazgos para construir una sociedad que aliente lo que realmente nos importa?
La Economía Emocional
Nuestra vida diaria transcurre en un sinnúmero de interacciones, algunas de ellas significativas, que implican un mayor compromiso emocional y otras que no crean compromiso. A este juego de intercambios emocionales Goleman le llama "economía emocional". 

La economía emocional, es el balance de ganancias y pérdidas internas que experimentamos en una determinada conversación, con una determinada persona o en un determinado día. Es por ello que el saldo de sentimientos que hayamos intercambiado determina, al caer la noche, la clase de día  bueno o malo que hayamos tenido.

Esta economía interpersonal se halla presente en cualquier interacción social que vaya acompañada de una transferencia de sentimientos  es decir,casi siempre. Son muchas las versiones que asume esta especie de judo interpersonal, pero todas ellas se reducen a la capacidad de transformar el estado de ánimo de los demás y viceversa. Cuando le hago fruncir el ceño, evoco en usted la preocupación y, cuando usted me hace sonreír, me siento feliz, en un intercambio oculto en el que las emociones pasan de una persona a otra, esperanzadoramente con las mejores intenciones.

Las explosiones emocionales pueden convertir a un mero espectador en la víctimainocente del estado negativo de otra persona. Durante esas situaciones, nuestro cerebro busca automáticamente indicios 
de peligro, generando un estado de hipervigilancia generado básicamente por la activación de la amígdala, una región en forma de almendra que se halla ubicada en el cerebro medio y desencadena las respuestas de lucha, huida o paralización ante el peligro.

Así es como la atención, impulsada por la amígdala, se centra en los indicios emocionales. Y esta intensificación de la atención constituye una especie de lubricante del contagio, alentando nuestra susceptibilidad a las emociones ajenas y acentuando también, en consecuencia, su efecto. Hablando en términos generales, la amígdala constituye una especie de radar cerebral que  llama nuestra atención hacia  las cosas nuevas, desconcertantes o de las que tenemos algo que aprender.

La Percepción de las Emociones
París, 1895. Un puñado de almas aventureras se han atrevido a asistir a una exhibición pionera de los hermanos Lumière, expertos en el nuevo campo de la fotografía. Por primera vez en la historia, los Lumière iban a presentar una  película cinematográfica, una imagen en movimiento que representaba, en el más absoluto silencio, la llegada de un tren a una estación envuelto en vapor y acercándose al público. Fueron muchos los espectadores de esa auténtica  première los que, cuando la película se proyectó, gritaron y se agazaparon despavoridos bajo sus asientos. Nadie había visto nunca imágenes en movimiento, por lo que la ingenua audiencia no podía sino interpretar como real la escalofriante aparición en la pantalla. Quizás ese momento haya sido el acontecimiento más mágico y poderoso de toda la historia del cine, porque ninguno de los espectadores sabía todavía que lo que su ojo estaba viendo no era más que una ilusión.

Algunos de los mecanismos neuronales implicados en este contagio pantalla-espectador fueron identificados por un equipo de investigación israelí, que mostró secuencias del espagueti western de los setenta El bueno, el feo y el maloa voluntarios que se hallaban conectados a un RMNf. En el que quizás sea el único artículo de los anales de la neurociencia en contar con la curiosa contribución de Clint Eastwood, los investigadores llegaron a la conclusión de que la película jugaba con el cerebro de los espectadores como si de una marioneta neuronal se tratase.

La audiencia se comporta como si fueran marionetas neuronales, porque lo que ocurre en un determinado momento en el cerebro de un espectador sucede también en todos los demás. De este modo, la acción desplegada en la pantalla es la música que desencadena idéntica danza en el cerebro de todos los  presentes. 

Como dice un proverbio muy utilizado en el campo de la sociología: Una cosa es real cuando lo son sus consecuencias. Y es que, si el cerebro reacciona del mismo modo ante un escenario real que ante uno imaginario, lo que imaginamos tiene consecuencias biológicas. La vía inferior es la que
determina nuestra respuesta emocional. La única excepción a esta especie de guiñol parece estar ligada a las áreas  prefrontales de la vía superior, que albergan los centros ejecutivos del cerebro y
posibilitan el pensamiento crítico (incluida la idea de que Esto no es más que una película).

Intuir la insinceridad
Poco a poco las neurociencias comienzan a develar el misterio de la intuición. Su raíz biológica se situaría en la amígdala, y es ella la responsable de conectarnos en forma inmediata con los sentimientos. La intuición nos permite juzgar las situaciones pero no verbalizarlas, ¿cómo? 

La intuición utiliza el lenguaje de las sensaciones, el cuerpo es su lenguaje. 

Veamos el ejemplo gráfico a través de Goleman.

En cierta ocasión, una amiga me dijo que, la primera vez que habló con el hombre que acababa de alquilarle el piso, supo que no debía confiar en él. Y, a decir verdad, la misma semana en que tenía que mudarse se enteró de que se había echado atrás y se quedó compuesta y sin casa y obligada a poner el caso en manos de un abogado. Ella sólo le había visto el día en que fue a visitar la casa y se lamentaba diciendo: En cuanto lo vi advertí algo en él y supe que iba a tener problemas.  

Ese algo en él refleja el funcionamiento de las vías superior e inferior operando como una especie de sistema de alarma de la insinceridad. Existen circuitos especializados en la sospecha que difieren de los empleados en los casos de la empatía y el rapport y cuya misma existencia pone de relieve la importancia de la detección de la mentira en los asuntos humanos. 

La amígdala escruta de manera automática y compulsiva a todas las personas con quienes nos relacionamos para saber si podemos o no confiar en ellas. ¿Es seguro acercarse a esta persona?  ¿Es peligroso?  ¿Puedo confiar realmente en ella? Los pacientes neurológicos que han padecido una grave
lesión en la amígdala son incapaces de determinar si pueden o no confiar en alguien y, cuando se les muestra una fotografía de un hombre a quien la gente suele encontrar altamente sospechoso, lo valoran igual que otros en quien casi todos confían.

El sistema que nos advierte si podemos confiar o no en alguien discurre a través de dos ramales neuronales diferentes, la vía superior y la vía inferior. La primera se pone en marcha cuando tratamos de determinar intencionalmente si alguien es merecedor o no de nuestra confianza. Pero,  independientemente de lo que pensemos al respecto, la amígdala está operando de continuo bajo el umbral de la conciencia cumpliendo con una función claramente protectora.   

Referencias
(1) Daniel Goleman. Inteligencia Social: La Nueva Ciencia de las Relaciones Humanas. En http://books.google.com.ar/books?id=5UGQKQwAPIkC&printsec=frontcover&dq=daniel+goleman+inteligencia+social&hl=es&sa=X&ei=Z3_DUfLvEcPSiwLSkoHADw&ved=0CC4Q6AEwAA#v=onepage&q=daniel%20goleman%20inteligencia%20social&f=false

Educación del Futuro: Aulas Star Trek

Resumiremos varios artículos dedicados a difundir el concepto de educación del futuro: aulas Star Trek. El proyecto combina las más avanzas tecnologías informáticas y digitales con la didáctica del aprendizaje colaborativo.

Aulas Star TreK del Futuro (1) 
En los últimos años, la tecnología ha ido irrumpiendo en las aulas de centros educativos de todo el mundo, ya sea con la incorporación de laptops o, en casos más extremos, con profesores robots en países como Corea.
La última novedad en este sentido es lo que un equipo de investigadores británicos ha bautizado como las aulas Star Trek (Viaje a las estrellas).

Estas aulas futuristas, cuentan con pupitres de superficie táctil, no tienen una pizarra clásica sino una pantalla, y su uso incrementa, entre otras cosas, la fluidez y la flexibilidad de los alumnos a la hora de resolver problemas aritméticos.

Escuelas del Futuro
El equipo de investigadores de la Universidad de Durham, en Reino Unido, analizó la efectividad de estas aulas con pantallas táctiles en un proyecto conocido como SynergyNet, que plantea un sistema colaborativo de enseñanza gracias a diversas tecnologías incorporadas en el mobiliario de la clase.
Para valorar su efectividad, el equipo puso a prueba estos sistemas durante tres años en un estudio que involucró a cerca de 400 alumnos con edades comprendidas entre los 8 y los 10 años
Para optimizar las posibilidades de esta tecnología, el equipo desarrolló un programa informático capaz de reconocer a distintos usuarios, usando un sistema de visión con luz infrarroja.
Esto permite que más de un alumno pueda usar un mismo escritorio.
"Descubrimos que nuestras mesas animaron a los estudiantes a colaborar de forma más efectiva. Nos quedamos encantados de observar a grupos de estudiantes ayudando a que otros entendieran los conceptos matemáticos", explicó la profesora Liz Burd, de la Escuela educativa de la Universidad de Durham.
"Esta colaboración no sucede cuando los estudiantes estudian a base de papel", destacó.
Según aclaró Burd, compartiendo y resolviendo problemas en grupo, los alumnos aprenden no sólo a hallar la respuesta a un determinado problema aritmético, sino que aprenden de sus compañeros nuevas formas de resolverlo.

Aprendizaje Colaborativo
"El aprendizaje cooperativo funciona muy bien en las nuevas aulas, porque los alumnos interaccionan y aprenden de forma distinta", afirma Emma Mercier, una de las investigadoras. "Los niños disfrutan con las matermáticas y quedan decepcionados cuando apagamos los escritorios".
Por supuesto el uso de estos sistemas no anula ni disminuye el papel que juega el profesor en la clase, al contrario, éste se convierte en clave a la hora de asignar distintas tareas.
El profesor debe decidir a qué mesas o grupos encargar determinados ejercicios y éste recibe actualizaciones a tiempo real de lo que están haciendo, para así poder intervenir rápidamente en su ayuda.
Uno de los profesores, Steve Higgins, destacó que este tipo de tecnología "tiene un enorme potencial y puede ayudar a los profesores a manejar y orquestar el aprendizaje de individuos y grupos para asegurarse de que todos reciban apoyo de forma efectiva".
Las aulas Star Trek se pusieron a prueba en 12 escuelas en el noroeste de Reino Unido y en la investigación participaron miembros del departamento de psicología y el departamento de computación de la Universidad de Durham.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Learning and Instruction.

Pizarra y Escritorios Conectados (2) 
Este nuevo sistema utiliza una pizarra que invita al movimiento y lo que en ella se muestra también se ve en los pupitres. Los escritorios son teclado y pantalla a la vez y varios alumnos pueden usarlo al mismo tiempo.
La tecnología que proponen en esta investigación permite al alumno tomar parte activa en el proceso de aprendizaje, un modelo opuesto al tradicional donde solo hay una figura dominante.
El aprendizaje comunitario funciona muy bien porque los alumnosinteractuan y aprenden de una manera diferente. Los niños realmente disfrutan haciendo matemáticas de esta manera y siempre se decepcionan cuando se apagan las mesas», explica otra de las investigadores, Emma Mercier.
«La fluidez en las matemáticas se puede lograr a través de la práctica, lo que más difícil resulta de enseñar es la capacidad para encontrara soluciones a cuestiones aritméticas. Este modelo de sala de clase puede ayudar a los profesores a mejorar esta flexibilidad», agrega Mercier.

Referencias
(1) Aulas Star Trek del Futuro, en http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/11/121123_tecnologia_aulas_futuro_aa.shtml
(2) Aulas Star Trek: la clase del futuro, en http://www.abc.es/sociedad/20121123/abci-aulas-star-trek-201211221407.html

Neuromanagement y Meditación: Vida + Trabajo

Notables exponentes del management nos enseñan la práctica y los beneficios de la meditación como medio para lograr nuestros fines. Extracto de artículo (1)

Inspirar y exhalar. Inspirar y exhalar. Inspirar y exhalar
 ¿Qué se siente? ¿Se encuetra más calmo, más relajado, consciente de sus emociones? ¿Puede enfocarse en sus realizaciones sin preocupaciones que se interpongan en su camino? 

La práctica de la meditación es personal, demanda constancia, pero a la larga los beneficios de su práctica se atraen hacia todos los ámbitos de la vida.


¿Porqué Medito?

Peter Senge. Porque puedo prestar más atención a las cosas, escuchar, mantener el silencio, concentrarme en lo que quiera. 

Senge comenzó a meditar en sus tiempos de estudiante en la Universidad de Stanford. Una amiga me invitó a un retiro zen de tres días. Vivíamos en una especie de comunidad, en un monasterio construido por los primeros inmigrantes japoneses. Medité durante 3 o 4 días y vi que era algo muy importante. Hoy es el centro de mi vida. 

Hasta que publiqué La Quinta Disciplina todo se volvió un problema. Durante 25 años no había sido constante en mi práctica. Busqué alguien que me ayudara y encontré a un maestro chan quien me dijo que si quería tomármelo en serio debía meditar todos los días. Y asi lo hice. Me volví mucho más disciplinado.


Daniel Goleman. La propuesta budista de meditación le ayudó a conectarse en la compasión por el otro. Meditar me ayudó de mejor manera a mantener los desafíos que planteaba la universidad. Así empecé. En Harvard diserté sobre el tema pero fue algo bastante polémico, algunos profesores pensaban que estaba loco.  
Actualmente intento meditar todas las mañanas. 


Tal Ben - Sahar. Jugaba profesionalmente al squash, era campeón nacional, y solía lesionarse con frecuencia. Los médicos me sugirieron que practicara yoga. No solo mejoraron los dolores de espalda sino que los beneficios trascendieron el terreno físico. Entonces empecé a hacer yoga y meditar regularmente. Y ahora lo enseño.


¿Cómo medito?

Peter Senge. Lo llamo meditación del esqueleto, a medida que profundizamos la respiración y nos concentramos en cada parte del cuerpo, éste empieza a relajarse. Y la mente también se aquieta. 

El primer paso de la meditación chan o zen es prestar atención a cómo uno respira, de modo de ir tomando lenta conciencia del cuerpo, hasta silenciar cada parte de él. La meditación del esqueleto es un sencillo recurso para visualizar cada parte del cuerpo y recorrerlo miembro por miembro. Luego se trata de observar los pensamientos, los sentimientos, las sensaciones corporales, las emociones con el objeto de estar en el presente.

Daniel Goleman. La postura es fundamental. Uno debe estar quieto para meditar. Un cuerpo calmo clarifica el camino, hacia una mente clara. La posición del yoga es un buen preludio. Pero cada uno debe encontrar su método de relajación corporal. 

Al respirar uno debe enfocarse en el fluir natural del aire por el cuerpo. Se relaja y refuerza la concentración. Cada sonido o distracción es irrelevante. Recomiendo hacerlo todos los días durante 10 o 15 minutos. A mi, las mejores ideas me llegaron después de meditar cada mañana. En ese momento la escritura fluye. 

A causa del estrés para mucha gente es casi imposible bajar el ritmo y meditar. Ni bien se sientan, la ansiedad que domina sus vidas los abruma y quieren salir corriendo. 

Cuando el cerebro está estresado, el centro emocional toma el control y nos obliga a focalizarnos en las preocupaciones. Pero para la meditación, estas son meras distracciones.


Chip Conley, autor y experto en inteligencia emocional nos dice: los budistas llamana a nuestra mente común "la mente de mono" ¿Qué significa esto? Que nuestra mente se parece a un mono: es absolutamente impaciente, siempre está saltando de un tema a otro, haciendo lo que quiere. 

Con la meditación, la cocnentración en el fluir de las emociones, hace que la mente de mono se calme y podemos actuar de manera más reflexiva.


¿En qué me beneficia?

Tal Ben - Sahar.  Las empresas deben alentar la meditación en la oficina. Los empleados que meditan 20 minutos por día trabajan mejor en equipo, más motivados y más comprometidos. 

En ocho semanas de práctica ya se ven cambios en el funcionamiento del cerebro. La corteza prefrontal, región que se relaciona con la resiliencia y la felicidad, cede. Las personas comienzan a manejar mejor el dolor y se abren a las emociones placenteras. 

Después llegan las mejoras en los niveles de productividad, creatividad, compromiso y el modo de relacionarse.

Peter Senge.  Barre el cansancio. Recientemente después de un agotador vuelo de 12 horas, cuando llegué a destino me puse a meditar durante 10 minutos. Eso me llenó de energía. Pude salir con amigos y la pasé maravillosamente. 

Ayuda a eliminar el estrés, alimenta la creatividad. A mi me ayudó a concentrar la atención, a escuchar, a mantener el silencio. Y también están los beneficios físicos porque la mente y el cuerpo son un mismo sistema.

Daniel Goleman. Los principales beneficios: mantener la concentración, la calma cuando hay presión, y ser creativo e innovador. 

Permite manejar mejor la incertidumbre, el cambio, el miedo que hoy en día se vive muchas empresas. 

Un líder debe saber cómo manejar sus emociones si quiere coordinar un equipo.  

Las personas que meditan se enferman menos.

Uno se vuelve una persona más empática, algo beneficioso para el área de servicio al cliente. 

Chip Conley. El mundo es un caos. Debemos aprender a mantener una lógica interna. Si no lo logramos, el caos exterior se vuelve interior. 



Referencias
(1) Wobi. Aprenda a Silenciar su Mente. En http://www.wobi.com/es/articles/aprenda-silenciar-la-mente

Del Management al Neuromanagement: Toma de Decisiones

Las neurociencias aplicadas al management proponen cambiar el mundo de la gestión. Su presupuesto parte de explicar la estructura de los comportamientos, su raíz biológica, punto de partida que permite comprender cómo decidimos, lideramos, socializamos y actuamos en las organizaciones.

Como nos dice Braidot (1), en las neurociencias plantean una evolución, un salto de calidad en la gestión visto desde el:
  • Management al Neuromanagement
  • Liderazgo al Neuroliderazgo.
  • Marketing al Neuromarketing.
  • La Economía a Neuroeconomía.
  • La Educación a la Neuroeducación.
En particular nos interesa enfocarnos en los aportes del Neuromanagement. Esta disciplina parte de las mismas preguntas, esto es, cómo lograr ser eficaces y eficientes, y las acentúa. Como plantea Braidot:
¿Qué podemos hacer para ser más eficientes en la toma de decisiones si la cantidad de datos que tenemos que analizar nos supera? ¿Cómo elegir la mejor alternativa sin equivocarnos cuando la realidad cambia a una velocidad tan alta?
 Aquí vemos cómo es destacado un proceso clave: la toma de decisiones. Herbert Simon fue uno de los precursores y principales estudiosos del tema en el campo del management. Entonces su preocupación comenzó por la racionalidad decisoria, y luego derivó en estudios de las ciencias cognitivas cuyas preocupaciones eran:
¿Cómo pensamos? ¿Cómo procesamos la información? ¿Cómo percibimos la realidad? ¿Qué información del entorno utilizamos para decidir?
Por ese entonces, a Simon le preocupaba la imposibilidad de aislar o separar en la toma de decisiones, a la razón con sus cálculos y estimaciones de las emociones con sus intuiciones.

Las neurociencias proponen un salto de calidad en el plano decisorio, salvar el problema simoniano pues:

  • Desaparece la separación entre el decisor y la plataforma decisional, entre el cerebro y las herramientas. 
  • Desaparece el tiempo entre la decisión y el tiempo decisional.
Nos preguntamos porqué sucede ello, y nos responden:

Las neurociencias permiten analizar los mecanismos físicos cerebrales que explican de manera eficiente nuestras elecciones entre una decisión y otra.
Del Management al Neuromanagement
El factor clave que demarca esta evolución se encuentra en el perfeccionamiento del proceso decisorio.

Como dice Braidot, el Neuromanagement se focaliza en los procesos vinculados a la toma de decisiones, al desarrollo de la inteligencia individual y organizacional, a la planificación y gestión de personas.

Las neurociencias aplicadas entonces, buscan potenciar con el auxilio de las neurociencias cognitivas, la  capacidad de visión de negocios y con ello las inteligencias individual y colectiva. La ventajas que promete esta nueva ciencia son varias:

  • Desarrollar las habilidades de liderazgo.
  • Aumentar la eficacia decisoria.
  • Seleccionar al personal adecuado.
  • Enriquecer los canales creativos.
¿Emociones como obstáculo?

Elliot era un empresario que luego de una intervención quirúrgica practicada en su lóbulo frontal, tenía enormes dificultades para sentir: no se inmutaba ni ante imágenes horrorosas, era inconmovible en situaciones extremas. Sin embargo, a pesar de esta frialdad, Elliot demostraba grandes dificultades para tomar decisiones acertadas. Al analizar las razones, los investigadores descubrieron que la principal causa de su problema era la ausencia de emociones....

Para las neurociencias, además de las habilidades propias del management, esto es, habilidad directiva, liderazgo, inteligencia, creatividad, el éxito depende de los sentimientos. ¿Porqué esto es así? De manera natural nuestra cultura se inclina por la capacidad de abstracción, el pensamiento lógico y el análisis como fuentes principales del actuar. La educación también lo hace. 

Sin embargo, el equilibrio psíquico de una persona, y por ende, su capacidad de elección, residen en la armonización entre el dominio de la razón y el de la emoción. Ello está respaldado por los estudios en neurociencias y neuropsicología que observan un uso más eficiente de los neurocircuitos cuando esta relación entre razón y emoción funciona. 

La toma de decisiones eficaz, por ende, y una menor comisión de errores se hallan en la evolución del lóbulo frontal, y ello a su vez se relaciona con su integridad psíquica.

Pero tomar en cuenta nuevamente la faz emocional, permite a los managers eficientizar los procesos de cambio, usualmente bloqueados por la llamada memoria de trabajo, reminiscencias emotivas de las competencias personales.

Decisiones y percepción sensorial
¿Cómo percibimos? Para el Neuromanagement nosotros construimos nuestro tablero decisional. Los sentidos nos proveen de información on - line, pero ellos solo proveen de los primeros inputs. La percepción humana de la realidad comienza con el imaginar.
La imaginación regula nuestra percepción emocional y con ello, nuestras sensaciones y juicios sobre los hechos. 
En términos de percepción el cerebro produce dos operaciones:
  1. La traducción, producto del flujo de información a través de los circuitos cerebrales. Milisegundos separan el hecho de su captación, las conexiones neuronales hacen el trabajo.
  2. La codificación, proceso de interiorización de la información. ¿Qué percibimos? Recortamos los hechos, los asociamos con nuestras memorias de conocimientos y sensaciones. 
Para el contructivismo en definitiva toda percepción es interpretación. Cada circunstancia es procesada en forma continua, sin interrupción, a través de nuestros "filtros" personales y también sociales.
La percepción de un aroma agradable en un ambiente nos place y al hacerlo asociamos esa sensación con nuestra memoria emotiva. Si el aroma agradable procede de un producto, con una marca bien identificable, nuestros centros de placer asociarán la marca con la sensación. En este mecanismo de asociación de experiencias ambientales conectadas a nuestras emociones trabaja el Neuromarketing. 

Tablero de Comando Cerebral Operativo
Las neurociencias identifican a la memoria de corto plazo o memoria de trabajo como el sistema que permite operar y manipular información en el corto plazo, tomar decisiones y resolver conflictos. Sus características son:

  • Limitada capacidad. Puede almacenar un máximo de 7 grupos de información.
  • Se satura con facilidad.
  • Forma parte de una estructura nerviosa organizada en forma jerárquica.
  • Sostiene nuestro obrar diario, pues en base a ella calculamos, interactuamos, razonamos o resolvemos problemas.
Sin embargo, los líderes eficaces trabajan en la zona del tablero de comando de largo plazo, pues poseen la capacidad de potenciar las funciones neurocognitivas más elevadas, entre ellas, la intuición.

La memoria de trabajo es un componente clave en la toma de decisiones. Buena parte de la resistencias a nuevas ideas, anclajes en rutinas, los famosos acostumbramientos de los gerentes y demás hábitos residen en la memoria afectiva y presente. Toda experiencia nueva es procesada y comparada a partir de las viejas. 


El desafío de adaptarse
La capacidad de adaptarse a las circunstancias, relacionada con la flexibilidad o el  ajustarse eficazmente al cambio, tiene como uno de sus raíces a la memoria. Ella procede a partir de las estructuras o redes neuronales que desarrolla cada persona. En otros términos, el cariño que despierta una rutina se debe a la traza de sensaciones e información en nuestro cerebro. El hábito marca una senda de conexiones.

Aquí vemos que llegar a la innovación es un proceso dificultado por nuestras conexiones neuronales. Un proceso clave que se comienza a desarrollar   es trabajar en la capacidad de comprensión. El aprendizaje puede ayudarnos a crear nuevas redes neuronales, la información fluye por otras sendas. En esta vía, la memoria traza nuevas conexiones, allí donde antes no prestábamos atención.

Estar Atentos, Aquí y Ahora. 

Aldous Huxley en su libro "La Isla", relataba un lugar en el cual unos hermosos pájaros, los minah, cantaban una y otra vez  "estar atentos, aquí y ahora".

Un ejercicio para el management del futuro es dejar de lado por un instante nuestra percepción basada en la memoria. Ninguna información nueva llegará a ella.

Poner atención significa detener el flujo de la memoria, parar nuestras máquinas de juzgar, abrirnos a nuevas conexiones neuronales. Las neurociencias le llaman a esto trabajar la densidad de la atención.

Los invito a intentarlo.

Referencias
(1) Braidot, N. Neuromanagement. En http://books.google.com.ar/books?id=O_cvtUbKifoC&printsec=frontcover&dq=neuromanagement&hl=es&sa=X&ei=5eS4UawP5uCKAsSDgIAJ&ved=0CCwQ6AEwAA#v=onepage&q=neuromanagement&f=true
(2) Huxley, A. La Isla. En http://books.google.com.ar/books?id=7WZAmgEACAAJ&dq=aldous+huxley+la+isla&hl=es&sa=X&ei=Y0G_UbOhLuL0yQHinICAAQ&ved=0CDYQ6AEwAQ