Fuentes y extractos: La Hora, Inconsciente
Si queremos obtener mejores resultados, debemos elevar el sentido de urgencia dentro de la organización. Esto es posible si nos ganamos los corazones y las mentes de nuestra gente.
Si el siglo XX fue un período heredero de la Revolución Industrial y el trabajo intensivo, el siglo XXI supera ese horizonte de la mano de la Revolución Digital, donde la efectividad es altamente reconocida y constituye una variable imprescindible para alcanzar el éxito en la supervivencia del mundo competitivo de nuestros tiempos.
En su libro "El Sentido de la Urgencia" John Kotter aborda un tema tan actual como poco ameno a nuestras expectativas.
La gestión administrativa no puede renunciar a considerar dichas propuestas desde una perspectiva que le brinde su lugar al ser humano. Por eso la lectura de textos como este no puede consistir en la memorización de ideas sin ningún interés crítico. Los lectores deben analizar las propuestas y apropiarse de los instrumentos y las sugerencias que atienden al cambio conductual para renovar y corregir el quehacer profesional.
URGENCIA VS. AUTOCOMPLACENCIA
La propuesta de John Kotter da inicio de una manera filosófica preguntándose sobre el sentido de la urgencia, esto es, ¿tiene sentido el carácter urgente en la actualidad? ¿Por qué la urgencia en nuestros tiempos? ¿Es adecuada la perspectiva y cuáles son los valores que se rescatan?
La urgencia es una actitud, una manera de pensar, sentir y comportarse. Es un sentido visceral, una capacidad de enfrentar situaciones de riesgo con un estado de constante alerta y de sentido de logro. Urgencia es decirse cotidianamente "haré algo importante".
El sentido de urgencia cambia el "hacer todo" por "hacer lo importante". Es un "hacer hoy".
La urgencia es necesaria porque el cambio aumenta su ritmo, las invenciones, las patentes, las fusiones, todo va subiendo. Porque el mundo se mueve a mayor velocidad necesitas cambiar.
La urgencia beneficia a los managers pues los transforma en individuos más eficientes. Comienzan a crear un entorno capacitado en enfrentar oportunidades y riesgos.
Kotter, luego de escribir sobre la autocomplacencia, indica que debe enfrentársela a través de una actitud de urgencia que promueva la productividad y la eficiencia en el desempeño de las actividades laborales.
Para Kotter, la autocomplacencia es una actitud que promueve el estatismo en el logro obtenido. Gran cantidad de compañías exitosas han caído en este error y pagaron con perder para siempre su liderazgo en el mercado.
“La solución para el problema de la autocomplacencia es un verdadero sentido de urgencia. Este conjunto de pensamientos, sentimientos y acciones jamás se relaciona con lista interminable de actividades agotadoras. No tiene nada que ver con estar corriendo preocupados de una reunión a otra. No está apoyado en un torrente de adrenalina que no puede mantenerse en el tiempo. La verdadera urgencia se centra en asuntos críticos, no en agendas atestadas de lo importante y lo trivial”.
Muchas empresas invierten
tiempo importante en reuniones, todos los días analizan
estrategias, delegan funciones y un sin fin de asuntos que a la larga no son
tomados con seriedad y los van postergando, no brindando así una solución
rápida a los asuntos que deberían resolverse en el corto plazo, aplazándolos al
largo plazo cuando quizás ya no tenga sentido.
La estrategia no es ansiedad sino disciplina cotidiana. No se trata de una carrera de fondo, dice, sino el esfuerzo constante y permanente realizado poco a poco en las grandes responsabilidades diarias.
Aquí y Ahora
Un gerente no puede posponer las elecciones ni la toma de posición, debe tener el coraje y la lucidez para postular el cambio y moverse según la mejor opción.
Hay en la propuesta de Kotter una insistencia por el tiempo, particularmente el “ahora” en una época de competencia ruda.
“La acción urgente no se logra por sentimientos de satisfacción, ansiedad, frustración o enojo, sino por una determinación visceral de moverse y ganar, ahora”.
Kotter aboga por la sagacidad y el olfato perruno (inteligencia administrativa y gerencial) que permite sobreponerse y tomar ventaja de los demás. Así, indica el autor, las personas con sentido de urgencia ven en cada coyuntura una oportunidad para salir adelante.
La urgencia beneficia a las organizaciones cuando interpretan que no es un ir de aquí para allá, ni un despliegue innecesario de energía. Urgencia no es actividad, ni ir de una reunión a la otra. Por el contrario, el sentido de urgencia es poder liberarse de todas estas cosas estúpidas de modo de ver y focalizarse solo en las cosas importantes. La falsa urgencia no es así en absoluto.
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REFERENCIAS
(1) http://www.managementgurus.net/managementgurus30.php
(2) http://www.lahora.com.gt/index.php/cultura/cultura/literatura/178883-john-kotter-el-sentido-de-la-urgencia
(3) http://www.inconciente.com/408/el-sentido-de-urgencia.html