Fuente: MIT
Las
poblaciones de abejas están desapareciendo en muchas partes del mundo. Y aunque aún no se sabe
cuáles son las razones exactas que amenazan a estas criaturas, el problema ha
motivado a algunos expertos para investigar si los drones
podrían ocuparse de sus labores de polinización.
El último esfuerzo proviene de Japón, donde investigadores del
Instituto Nacional de Ciencias Industriales Avanzadas en Tsukuba (Japón)
intentaban encontrar aplicaciones para unas pegajosas sustancias llamadas líquidos iónicos que tienen
unas inusuales propiedades físicas.
Para desarrollar su polinizador, el equipo compró drones de menos de 100
euros por Amazon y les añadieron parches de pelo de
caballo en sus lados inferiores. Después de embadurnarlos con el líquido, que
los hace húmedos y con una capacidad de adherencia
similar a un pósit, los drones estaban listos para recolectar y
liberar granos de polen.
Como demuestra el vídeo, los investigadores volaron los drones
hasta chocar de lleno con los órganos masculinos y femeninos de azucenas
japonesas rosas y blancas. Es la primera vez que un dron
ha polinizado una flor, según el líder del proyecto,
Eijiro Miyako.
El experto continúa: "No veo ninguna tecnología que
pueda reemplazar a las abejas".
El equipo japonés no es el único que estudia
las abejas artificiales. La empresa Intellectual Ventures, dirigida por el
antiguo director de seguridad de Microsoft Nathan Myhrvold,solicitó una patente en 2015 para polinizadores voladores guiados
por una granja mediante un plan de vuelo informatizado.