El artículo nos mostrará diversas técnicas y nuevos descubrimientos científicos de las neurociencias, que mejoran nuestra calidad de vida.
Desde la perspectiva del management, nuestra apuesta a las neurociencias se direcciona a encontrar nuevas perspectivas y beneficios a las prácticas de recursos humanos en las organizaciones.
Meditación, Felicidad, Inteligencia y Creatividad sin límites son las claves.
Los invito a descubrir.
Cerebro Activo ¿Puede la meditación causar cambios en el cerebro?
Fuente: www.psycheplus.de
El equipo de investigación de Yi-Yuan Tang encontró que tan solo después de cuatro semanas practicando meditación, se producían cambios biológicos en el cerebro.
En el estudio se distribuyeron 113 estudiantes que jamás habían realizado meditación en dos grupos distintos.
Uno de los grupos fue entrenado enmindfulness, centrándose los investigadores en este caso en un entrenamiento de la atención y de relajación corporal. El otro grupo se centró en simples ejercicios de relajación general. Los investigadores comprobaron en los participantes tras cuatro semanas si se habían realizado cambios biológicos en el cerebro, encontrando cómo en algunas zonas de la corteza cerebral había habido una clara mejora en el aislamiento de los axones y un aumento de la velocidad de transmisión de la corriente nerviosa.
El córtex prefrontal está estrechamente relacionado con el control de las emociones y percepciones, así como con la resolución de conflictos. Ambas habilidades se mostraron mejoradas. De ahí que los científicos hayan planteado la meditación como medida terapéutica en enfermedades y trastornos en los que estas capacidades se encuentran reducidas: trastorno de hiperactividad con déficit de atención (TDAH), depresiones, trastornos de ansiedad, trastorno de personalidad borderline o esquizofrenia.
Otro estudio realizado por el equipo de investigadores de Fadel Zeidan de la Universidad Wake Forest en Carolina del Norte investigó la relación entre la meditación y la percepción del dolor.
Cada uno de los 15 participantes debía someterse a dolor voluntariamente. Se les colocó una placa de metal a 50ºC en la pierna derecha, que se encendía y se apagaba cada 6 minutos, y los participantes tenían que notificar cuán desagradable y dolorosa resultaba la experiencia. Además de estos datos subjetivos recogidos, se midió objetivamente la actividad cerebral durante el experimento.
Después de esto, se introdujo a los participantes en un curso intensivo de meditación durante 4 días y se les sometió de nuevo a la prueba, indicándoles que debían realizar esta vez meditación durante el contacto con la placa. Durante y después de esta segunda ronda, fueron recogidos los testimonios de sensación subjetiva. Según estos datos, el dolor percibido durante la meditación se redujo en intensidad un 40% y fue un 57% menos desagradable. Estos resultados son comparables a los efectos producidos por antiinflamatorios (AINE) como el paracetamol o el ibuprofeno. Una evidencia más del poder que tiene la mente.
Para las Neurociencias el efecto de la meditación en la percepción del dolor ha podido ser demostrado en muchos otros estudios, pero el equipo de Fadel Zeidan quería además medir la actividad cerebral para descubrir qué zonas cerebrales sufrían cambios y cuáles eran estos cambios. Los resultados mostraron cambios producidos en regiones cerebrales como el Gyrus postcentralis, en la que la actividad cerebral se redujo considerablemente; el Gyrus es una zona relacionada con la percepción del lugar y con la intensidad del dolor. También en otras regiones como el córtex orbitofrontal, relacionada con la evaluación de las sensaciones, pudieron medirse cambios significativos.
Actualmente se utiliza la meditación como instrumento terapéutico como ya he comentado en anteriores artículos, sin embargo no hay que dejar de ser críticos con los estudios científicos distribuídos, como por ejemplo con este último de Fadel Zeidan y cols., en el que la muestra de participantes es demasiado pequeña (15 personas) y no se ha utilizado para en prueba un grupo control.
La Felicidad y la Inteligencia Culpa de una Bacteria
Fuente: Muy Interesante
En la última década, los científicos han descubierto que el comportamiento, el estado de ánimo e incluso la memoria pueden verse modificados por la acción de microbios externos. Un claro ejemplo son los efectos que nos provoca estar en contacto con Mycobacterium vaccae, una bacteria que vive en el suelo y que inhalamos cuando damos un paseo por el campo, jugamos un rato en el parque o podamos las plantas del jardín. Según un estudio publicado hace unos años en la revista Neuroscience, este microbio estimula a las neuronas de la corteza prefrontal del cerebro humano para que liberen serotonina, el neurotransmisor de la felicidad y el bienestar, lo que nos pone de muy buen humor. Lo que es más, Christopher Lowry, neurocientífico de la Universidad de Bristol (Reino Unido), ha comprobado que inyectando la bacteria en ratones de laboratorio ejercía un efecto antidepresivo muy similar al popular Prozac.
Por si esto fuera poco, Dorothy Matthews, investigadora de The Sages Colleges de Nueva York (EE UU), ha llegado a la sorprendente conclusión de que M. vaccae también puede mejorar la capacidad de aprendizaje. En experimentos con roedores alimentados con la bacteria viva, Matthews y su equipo comprobaron que los animales "infectados" se movían más rápido por los laberintos y sufrían menos ansiedad. "Podemos especular que sería positivo programar en las escuelas un tipo de aprendizaje al aire libre para adquirir nuevas habilidades", sugiere Matthews. A la vista de estos resultados, tampoco parece descabellado imaginar que, en un futuro no muy lejano, podamos tomar un puñado de estas bacterias para convertirnos en personas más felices e inteligentes. De hecho, en 2003 Rook y Lowry ya dieron el primer paso en este sentido al obtener una patente para el uso de M. vaccae y derivados para tratar la ansiedad, los ataques de pánico y los trastornos alimentarios.
Cerebro Vital: Ser Creativo no Tiene Límites
Fuente: Muy Interesante
El mundo de la medicina, aunque ha avanzado mucho en la investigación sobre el cerebro y la inteligencia humana, todavía tiene muchas preguntas que responder al respecto. Hablamos con el Dr. Mario Alonso Puig, ponente en el Congreso de Mentes Brillantes: El Ser Creativo que nos explica dónde están los límites de la inteligencia humana y la creatividad.
El doctor Mario Alonso Puig (Madrid, 1955) es un especialista en cirugía general y del aparato digestivo y una eminencia en el mundo de la inteligencia humana y el liderazgo. Además de ser miembro de la New York Academy of Sciences, pertenece a la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia y es uno de los ponentes más demandados en cualquier conferencia sobre el pensamiento humano y la capacidad de desarrollo humano a través de la inteligencia.
Para el Dr. Puig el pensamiento creativo es consustancial a la naturaleza humana. Todos tenemos la capacidad para encontrar alternativas y soluciones a los retos que nos plantea la vida. Sin embargo, la creatividad para manifestarse plenamente en un ser humano, exige un entrenamiento continuo, intenso y paciente. Pocas personas son las que se atreven a salir de su zona de confort y a explorar nuevas posibilidades. Por otra parte, la creatividad es hija de la pasión y por eso, aquellos seres humanos que se acercan a los desafíos con ilusión y entusiasmo, son capaces de ver lo que para muchos otros permanece oculto.
No podemos hablar de un único tipo de inteligencia, ya que la investigación actual demuestra que hay al menos nueve tipos diferentes de inteligencia. Albert Einstein tenía una gran inteligencia visual espacial, en gran parte relacionada con la ausencia parcial de la cisura de Silvio y, con el gran desarrollo de ciertas áreas de los lóbulos parietales de su cerebro, esenciales en el proceso imaginativo. Todos nacemos con uno o varios tipos de inteligencia que están especialmente desarrollados y sobre eso es sobre lo que hay que hacer énfasis. Hasta cuánto se puede desarrollar la inteligencia es un enigma, lo que sí sabemos es que la inteligencia sí que se puede desarrollar. Si tenemos en cuenta que el incremento de las conexiones entre las neuronas, fenómeno conocido como neuroplasticidad, tiene que ver mucho con el incremento de la inteligencia, entonces todo aquello que favorezca la neuroplasticidad favorecería el desarrollo de dicha inteligencia. Los desafíos, el probar cosas nuevas, pone en marcha la neuroplasticidad y por lo tanto, también de alguna manera nos ayuda a reinventarnos.
Neuromanagement y Meditación: Vida + Trabajo
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Neurociencias Aplicadas: Neuromanagement
Referencias
(1) http://elmonodeharlow.blogspot.com.ar/2013/08/puede-la-meditacion-causar-cambios-en.html
(2) http://www.muyinteresante.es/salud/articulo/la-felicidad-y-la-inteligencia-se-pueden-transmitir-a-traves-de-una-bacteria
(3) http://www.muyinteresante.es/innovacion/sociedad/articulo/el-ser-creativo-mario-alonso-puig-qhasta-cuanto-se-puede-desarrollar-la-inteligencia-es-un-enigmaq