Basado en artículo de McKinsey
El desafío para el tradicionalismo de las universidades es explorar la senda de la educación on line. Si bien internet ha cambiado la manera de comunicarnos, aun no lo ha logrado con nuestra forma de educarnos.
Universidades líderes todavía no dan cuenta de esta nueva forma de enseñanza y aprendizaje, pues el nuevo mundo del aprendizaje poco bien se lleva con los viejos métodos de enseñanza.
Varios son los desafíos hacia el futuro que debe afrontar el nuevo sistema de educación on line. Veamos.
De la clase magistral a la Tutoria
El avance de los medios virtuales irá haciendo decrecer, poco a poco, la importancia de impartir conocimientos como eje de la educación y situar el complemento conocimientos - competencias.
La idea es simple. La complejidad, el rápido cambio de contenidos, los avances en tecnologías y disciplinares deberán ser absorbidos en tiempos cortos. En este contexto, el desarrollo de una capacidad de aprendizaje autónomo se hace imprescindible.
Referencias
(1) http://www.mckinsey.com/insights/social_sector/college_for_all
(2) Águeda, B.; Cruz, A. Nuevas Claves parala Docencia Universitaria
en el Espacio Europeo de Educación Superior, Nancea Ediciones.
(3) Font Monereo, C.; Municio Pozo J.I.; La Universidad antela Nueva Cultura Educativa,
Editorial Síntesis.
(4) Beneitone, P; Esquetini, C.; Gonzàlez, J.; Maletá, M.; Siufi, G.; Wagenaar, R.; “Reflexiones y perspectivas de la educación superior en América Latina”. Informe final Proyecto Tuning. Universidad de Deusto y Universidad de Groningen, 2007.
El desafío para el tradicionalismo de las universidades es explorar la senda de la educación on line. Si bien internet ha cambiado la manera de comunicarnos, aun no lo ha logrado con nuestra forma de educarnos.
Universidades líderes todavía no dan cuenta de esta nueva forma de enseñanza y aprendizaje, pues el nuevo mundo del aprendizaje poco bien se lleva con los viejos métodos de enseñanza.
Varios son los desafíos hacia el futuro que debe afrontar el nuevo sistema de educación on line. Veamos.
De la clase magistral a la Tutoria
Las clases magistrales han sido el método habitual utilizado por los profesores, y su empleo arraigado es tradición entre estudiantes y docentes. Su ventaja es evidente, pues las clases se organizan en torno a una autoridad en el conocimiento, que determina contenidos y modos de evaluación.
El símbolo de autoridad del profesor remite también a un estudiante carente de recursos. El estilo de clase magistral parte del supuesto de una asimetría de relación e información. El sentido del enseñar se nutre de saber disciplinar, pero en buena parte no se entrena a los estudiantes en el despertar de sus competencias.
En nuestros tiempos, algunos recursos pedagógicos han actualizado el método de clases magistrales, en un intento de salvar esta limitación. Allí vemos que se utilizan métodos de casos, problemas, simulación de procesos, de negocios, etc. El objetivo de estos recursos es incorporar al estudiante como protagonista del proceso de enseñanza y aprendizaje, motivarlos, incentivar su participación.
Sin embargo la principal limitación de los recursos y clases magistrales parte de la concepción de un estudiante receptivo - pasivo, un decodificador de información. El estudiante aun no es protagonista de su propio aprendizaje.
En cambio, la tutoria asume el riesgo de cambiar, de acuerdo a las siguientes consignas:
- Cambiar la relación asimétrica profesor - estudiante, por una propuesta de co - construcción del conocimiento.
- Promover el aprendizaje autónomo basado en el ejercicio de la autoreflexión.
- Diseñar currículas que contengan conocimientos y competencias.
- Adaptar los contenidos a la complejidad y demandas del entorno.
El Profesor como Tutor Virtual
Nuestro artículo de referencia en McKinsey (y disparador) arroja dudas sobre la certificación o legitimación social de los métodos de enseñanza virtuales. Tal es su actualidad.
Sucede que en esencia, la virtualidad trabaja en un paradigma extremo al de la clase magistral: el autoaprendizaje. Ahora, varios se preguntan ¿dónde está el profesor?
La resistencia a esta nueva modalidad de aprendizaje reside en el cambio de rol del profesor tradicional. Su protagonismo se minimiza, su rol se aparta del centro de la escena, la comunicación se horizontaliza, su monopolio de saber es puesto en cuestión.
La clase magistral se transforma en tutoria. El docente obra como guia del autoaprendizaje, sigue, motiva, indica, reflexiona junto al estudiante. Su rol es de un par calificado, con autoridad, pero que incentivo en un todo la iniciativa y creatividad del estudiante.
En este marco, el estudiante construye su propio saber. Su rol se amplía: investiga, trabaja, busca, interroga, participa, inquiere al docente, ofrece conocimientos alternativos. Se trata de un estudiante activo, ya no un mero receptor de información.
Pero ¿cuál es el estado del arte? El artículo de McKinsey arroja dudas e interrogantes sobre la capacidad actual de profesores, estudiantes, empresarios y la sociedad misma de dar vuelta de hoja hacia un nuevo modelo educativo.
Los sistemas de evaluación tampoco han evolucionado, pues las tutorias, exámenes virtuales y demás métodos creativos aun no han sido probados.
Formar en competencias
El nuevo modelo educativo deberá considerar cuáles son los agregados de valor y la función costo - beneficio del cambio. Así lo ven en McKinsey.
Consideramos que los agregados de valor se acompaña de una educación que complemente conocimientos y competencias. Desde la difusión de las investigaciones de Howard Gardner sobre las 7 inteligencias, se explora las bondades de desarrollar capacidades genéricas y específicas en los estudiantes. Por ello, en el ámbito educativo se entiende por competencias al conjunto de capacidades y habilidades que pueden listarse en su faz genérica como:
- Capacidad de abstracción, de análisis y síntesis.
- Habilidad investigativa.
- Capacidad de lecto comprensión y lógico matemáticas.
- Capacidad creativa.
- Capacidad de pensamiento práctico.
- Pensamiento crítico.
- Habilidad para trabajar con autonomía.
- Habilidad para trabajar en equipo.
- Habilidad de comunicación y escucha.
- Habilitad para tomar decisiones.
- Cualidades personales de responsabilidad, autonomía, sociabilidad, autocontrol y autoestima.
- Responsabilidad social y compromiso ético.
Este breve listado, pasible de ser ampliado, nos ejemplifica cuáles han de ser los desafíos futuros de los métodos virtuales de educación.
Formar en competencias ya no es una elección, sino la oportunidad que ofrecemos a los estudiantes de insertarse con amplias capacidades en su medio.
El avance de los medios virtuales irá haciendo decrecer, poco a poco, la importancia de impartir conocimientos como eje de la educación y situar el complemento conocimientos - competencias.
La idea es simple. La complejidad, el rápido cambio de contenidos, los avances en tecnologías y disciplinares deberán ser absorbidos en tiempos cortos. En este contexto, el desarrollo de una capacidad de aprendizaje autónomo se hace imprescindible.
Referencias
(1) http://www.mckinsey.com/insights/social_sector/college_for_all
(2) Águeda, B.; Cruz, A. Nuevas Claves para
(3) Font Monereo, C.; Municio Pozo J.I.; La Universidad ante
(4) Beneitone, P; Esquetini, C.; Gonzàlez, J.; Maletá, M.; Siufi, G.; Wagenaar, R.; “Reflexiones y perspectivas de la educación superior en América Latina”. Informe final Proyecto Tuning. Universidad de Deusto y Universidad de Groningen, 2007.
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